Eran tiempos en que la radio repetía varias veces al día las canciones de "Los Prisioneros", eran la voz de los ochenta y nuestro amigo "Calamiro" gustaba de sintonizar esas revolucionarias y audaces letras, mientras atendía su siempre pujante servicio de cerrajería.

- ¿¡Aló, buenos días!?.

El edificio es el típico de cuatro pisos, lógicamente sin ascensor y lamentablemente con cita al final de esa agotadora escala.

El departamento se encontraba vacío, y a la espera tres misteriosos señores, todos formalmente vestidos y en una muy extraña actitud; mas eso no podía incomodar a Calamiro, ni hacerlo sospechar de algo malo, pues un robo, o algo parecido ahí no cabía.

Menos mal que la puerta debía estar abierta mientras eran desmontadas sus cerraduras, ya que el ambiente nicotinoso que dejaban los contratantes asimilaba al de un casino de juegos a las dos de la mañana. Un zumbido se dejaba sentir en los oídos y un escalofríos recorría toda la espalda de nuestro amigo; el sexto sentido o su ángel guardián le alertaban de lo que se venía.

Uno de ellos, al parecer el de mayor autoridad es quien recibe las nuevas llaves y quien paga sin mediar reparo los correspondientes honorarios, pero es en eso que se identifica. Los tres eran militares de civil, de comisión especial y ahora abiertamente en actitud de interrogatorio.

• La verdad que el fin de esta cita don Calamiro no es precisamente este trabajo, si no, otro.
• ¿A si, y cual sería ese otro trabajo mi amigo?.
• Sabemos que el año pasado le tocó abrir una bóveda en el subterráneo del edificio de Curicó con Vicuña Mackenna.
• ¡Ah, claro que me acuerdo!, ahí se iba a abrir un restaurante, pero al fin no tubo la aprobación de los vecinos del edificio y todo quedó en nada, -¿Y usted como sabe eso?.
• Un pajarito nos contó.-¿Sabía usted que años atrás ahí se encontraba el "Banco de Chile"?.
• ¡No, no tenía idea!.
• Así es, y esa bóveda que usted abrió, la dejó justamente ese banco cuando se trasladó a Seminario, es por ello que esa sucursal se llama "Vicuña Mackenna".
• ¡Mire usted, eso escapaba a mis conocimientos, cada día se aprende algo nuevo!.
• Bueno, lo que aquí importa es el hecho que esa bóveda, usted la abrió solamente usando "su talento" y sus "ganzúas".
• ¿¡Pero dígame como diablos sabe usted todo eso!?.
• Inteligencia.
• ¿Y que con ello?.
• Mire Calamiro, sabemos que esa caja cuenta con una cerradura de doble corrida de gargantas flotantes y de traba autónoma, imposibles de abrir "a la buena".
• ¡Vaya, usted si que sabe de cajas!.
• Claro que sabemos. Esa cerradura es de confección especial, solo se hicieron dos del mismo tipo, las que fueron encargadas especialmente a "Bash" para su integro diseño, construcción e instalación.
• ¿Y?.
• Bueno, así como usted abrió esa bóveda, de esa misma manera queremos que nos abra la "gemela", que se encuentra en otro lugar.
• ¿En donde?.
• Eso usted nunca lo tendrá que saber.
• ¿Pero y como voy entonces?.
• De eso nos encargamos nosotros.
• ¿Pero eso es legal?.
• Mmm...mas o menos.
• ¡Entonces van a tener que prescindir de mis servicios por que yo no hago esas cosas, creo que su "inteligencia", lo debería saber de antemano!.
• ¡Claro que lo sabemos, pero lo vas a tener que hacer de todas maneras, si no quieres que "cierta persona" sufra un repentino accidente uno de estos días!.
• ¿Me quieren "gueviar" o esta es una cámara indiscreta?.
• ¡Estamos ablando muy enserio "Calamiro", muy enserio!.

• ¿¡Pienso que al interior de esa bóveda tiene que haber mucha plata¡?.
• ¡No, no mucha,.......no es la plata lo que queremos!.
• ¿Y que entonces?.
• ¡Eso a ti no te interesa!.
• ¿Y cuanto están dispuestos a pagarme?.
• Cincuenta veces lo que cobraste por la otra.
• ¿¡Cinco palos!?.
• Si.
• Pero a ver...¿y alarmas, guardias o la "policía"?.
• No habrá alarmas,.... ni guardias.... ni policías,....trabajarás tranquilo y vas a contar con 24 horas para abrirla; mucho mas tiempo que las tres horas que demoraste en abrir la otra.
• ¿¡O sea me imagino que esto será en algún fin de semana!?.
• Si.
• ¿Cual?.
• Este sábado.
• ¿Y como justifico el ingreso de cinco millones a "Impuestos Internos"?.
• ¡Esos "nenes" nunca te van a molestar, te lo garantizamos!.
• ¿O sea que es algo...... a "otro nivel"?.
• Más de lo que te imaginas.
• ¿Mas de lo que me imagino,.....será.....el.....C.N.I.?.
• ¡No, eso no te lo puedo decir, pero es más, mucho más!.
• ¡Mire amigo yo no le trabajo a los "gringos", no soy un "vende patria"!.
• ¡No tiene nada que ver aquí la patria, y vas a hacer lo que acordamos,.. sin hacer mas preguntas,... sin chistar... ni cuestionar nada. Así que el sábado a las 7:22 recibirás el llamado donde se te darán las instrucciones. Ahora vete a seguir tu vida de lo mas normal posible, sin enterar de esto a nadie, mira que la única parte donde nos puedes traicionar es en "tus pensamientos". En todo otro lugar nos vamos a enterar!.

Exacto a la hora es que suena el teléfono ese día sábado, y el destino sería una Chevrolet "Lumina" de vidrios polarizados, estacionada a metros de la "Mazda", en la calle Echaurren. En su interior los tres conocidos estaban acompañados por un corpulento chofer, tipo "gorila".

Una "capucha" negra envolvió entonces la cabeza de Calamiro, y luego de virar en todos los sentidos por mas de una hora de camino, la "Van" hizo ingreso al subterráneo de un edificio. Dejado atrás los estacionamientos y siempre en ese nivel, siguen caminando los tres custodios mas Calamiro por los largos y fríos pasillos, los cuales dejaban sentir el moho en el aire y el silente eco de la soledad mas absoluta. Luego de virar unas cuantas veces por esos pasillos, llegan al fin a un espacio mayor, en donde es despojado de la "capucha" Calamiro y se le es presentada, la gris bóveda"Bash" de doble combinación; la que se encontraba en perfecto estado de conservación a pesar de la humedad.

Ahora Calamiro era el que mandaba, y esas entumecidas manos no podrían detectar nada en ese estado, así que como tarea se les dio a los "expectantes espectadores", que trajesen una fuente con agua bien caliente y una estufa, la que no tardaría en aparecer en escena.

La sensibilidad de esas manos volvió al cabo de unos instantes y pudo entonces comenzar a trabajar nuestro amigo Calamiro. Eran ahora los nervios propios que se dejan sentir cuando se hace algo por primera vez, pero sería su profesionalismo y la concentración, sumado también un poco de suerte, los aliados para lograr, después de dos horas y media, abrir esa pesada mole de acero. Quedando entonces al descubierto una segunda puerta, esta vez de reja "tipo celda" con otra cerradura pero mucho mas sencilla, la que de todas maneras daría otra media hora de trabajo para su apertura. El interior era de cuatro por tres metros mas o menos, y aparte de unas rumas de carpetas y papeles, asomaban dos cardex de marca "Indina", por supuesto que cerrados.

Desplegaron entonces un tipo de alfombra al interior y dos de ellos ingresaron, pero dejando esta vez entrever el "cursillo de penetración y asalto". Encargándose cada uno de abrir un cardex con sus "ganzúas italianas"; extrayendo del interior unas cuantas "carpetas rojas" con documentos oficio; los que luego de ser fotografiados, dejaron en el mas perfecto orden y libres de toda posible huella, aspirando luego hasta el último pelo que pudo haber caído en todo el lugar.

Una vez cerrada la bóveda, Calamiro es cubierto nuevamente con la "capucha" comenzando una media hora de vueltecitas para despistar, pero esta vez con "Viena en concierto" de Luis Cobos en la casetera de la "Van" y todo comentario ausente de parte de los viajantes.

En "Pintor Ciccarelli con Santa Rosa", Calamiro es despojado de la "capucha" y la radio es acallada por el copiloto de la "Van".

• ¡Haz hecho un muy buen trabajo Calamiro!, ¿como te sientes?.
• ¡Supongo que sabían que "Viena en concierto" es de mis favoritas!.
• ¡Pero por supuesto Calamiro, por supuesto!. Y ese es nuestro regalo, el relajo que te puedan dejar esos sones son nuestro regalo.
• ¿Y me piensan dejar aquí?.
• Depende.
• ¿Depende de qué?.
• De lo que tu ahora decidas; si quieres los cinco millones en "plomo, en bronce o en acero".
• ¿Cómo es eso?.
• ¡Tu sabes Calamiro,....eres inteligente.... tu sabes!.
• ¿Y si renuncio a ellos?.
• Entonces mañana tendrás el privilegio de escuchar un buen sermón en la misa dominical.
• ¡Siempre supe que el dinero no lo iban a pagar, pero les agradezco que me dejen con vida, los cinco millones igual tarde o temprano los voy a ganar!.
• ¡Eres muy sabio Calamiro, y te lo repito,..... muuuy sabio!.
• ¡Tan sabio como para apostar que detrás de todo esto está "el Tío Sam", y que ustedes son una manga de malditos mercenarios hijos de puta!.
• ¡Cuidado Calamiro con tu lengua, mira que se la podemos tirar a los chanchos!.
• ¡Bueno, estoy en desventaja y por eso no se van a sentir ofendidos, más aun imaginando que se habrán ganado unas muy buenas vacaciones!.
• ¡A lo mejor Calamiro,.... a lo mejor!. - ¡Toma ahí tienes para el taxi, y el resto te alcanza para justificar el día de trabajo!. - ¡Hasta nunca Calamiro, pero ten presente que de todas maneras admiramos la destreza que has desarrollado con tus manos!. - ¡Cuídalas,.. cuida mucho esas manos Calamiro!.

No fue gran sorpresa ese lunes el constatar en el registro civil que la patente de la "Van", no poseía registro alguno; así que la ida al centro debía justificarse en un apetecible "completo" del "Dominó", acompañado de una refrescante "vitamina"..........para la salud, ....."¡para una muy buena y larga salud!".