En el 1800 los bancos eran edificios sumamente vulnerables. Las cajas fuertes en su interior eran ejes o cajones de madera reforzadas simplemente con laminas de hierro y asegurados con candados. Era "dinero fácil" para el criminal al romperlas en el mismo lugar o llevarla lejos para destruirla con tranquilidad. Comenzó a surgir las bandas de malhechores expertos en cajas fuertes , o "yeggs" como eran llamados. Los fabricantes comenzaron a construir las cajas fuertes en acero sólido, con cerraduras con llave de paletón; "los yeggs" pronto los derrotaron colocando explosivos en los ojos de la cerradura o volando las bisagras de la puerta. Para una mayor protección, los fabricantes reforzaron aun mas las puertas y desarrollaron las cerraduras de combinación. Mas tarde en los bancos se construyeron las actuales "bóvedas" de concreto y acero con puertas mucho mas gruesas y seguras en sus sistemas de traba, así terminaría la época de los "yeggs".